Un comercial de promedio gana +2.100 € / mes netos

Ahora que tengo tu atención, quédate hasta el final y entenderás por qué digo esto.

Llevo más de 5 años dedicándome al mundo de las ventas. He probado casi de todo para captar clientes: desde la puerta fría hasta la venta telefónica, pasando por métodos que he ido aprendiendo sobre la marcha. He vendido productos y servicios de todo tipo, y eso me ha obligado a adaptarme rápido a las necesidades de mis clientes, sea cual sea la situación.






Además, he aprendido a ajustar mi mensaje cuando las cosas cambian: las tendencias del mercado, las prioridades de los clientes, incluso el producto o servicio que ofrezco. Si algo tengo claro es que, para vender, no puedes quedarte estático.


A las dos semanas de empezar como consultor inmobiliario, me di cuenta de algo que me enganchó: me encantaba cada parte del proceso. Disfrutaba de las negociaciones telefónicas, organizar todo hasta la firma en notaría, las visitas con inquilinos o compradores, incluso el hecho de no tener dos días iguales. En ese momento supe que había encontrado mi profesión.

2022 | Housfy, Barcelona
¿Y el título? ¿Es Clickbait?

No. Esto tiene una razón. Mis inicios como comercial no fueron nada fáciles. Muchos clientes me trataban mal, algunos con aires de superioridad, y la verdad, yo no sabía cómo manejar esas situaciones. No tenía experiencia, apenas ganaba comisiones y tampoco nadie me había formado, era completamente inexperto.

En lugar de tirar la toalla, decidí hacer algo: aprender de los mejores. Me convertí en la sombra de los comerciales que más vendían. Los acompañaba a todas las reuniones que podía, me fijaba en cada palabra que usaban, cómo gestionaban las objeciones, cómo cerraban las ventas. Literalmente intentaba copiar todo lo que hacían.

Mis gerentes eran otro nivel. Me fascinaba ver cómo vendían, cómo hacían que todo pareciera fácil. Sabía que detrás de esas ventas, habían horas de experiencia, aprendizaje.

Ellos no solo vendían; eran los dueños del negocio, los que sabían lo que costaba levantar la persiana cada mes. No prestar atención a cómo lo hacían hubiera sido perder una gran oportunidad, ese fue el momento en el que algo cambió en mí.

Vender no va solo de conseguir comisiones, va de conectar con las personas. Entender lo que necesitan, ofrecerles algo que realmente les aporte valor y se adapte a cada situación. Todo lo que soy como profesional lo he aprendido escuchando, observando y practicando cada día.